Esta reserva, creada en 2008 junto a la Isla de Arran, se hizo realidad tras años de campaña por parte de COAST («Community of Arran Seabed Trust») en favor de una prohibición de la pesca y otras actividades de extracción en la zona. Su objetivo era el de proteger una zona pequeña del fondo marino de la Bahía de Lamlash, en la Isla de Arran, y permitir la recuperación y el desarrollo de los ecosistemas naturales.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de York y COAST muestra que la reserva ya presenta una evolución halagüeña tanto para pescadores como para conservacionistas. Sus resultados, publicados en la revista Marine Biology, apuntan a una mayor abundancia, en comparación con aguas adyacentes, de vieiras y distintas especies de algas favorecedoras de biodiversidad en la reserva marina tras la prohibición de la pesca.
Leigh Howarth, autor principal del estudio, declaró: «Los ecosistemas marinos pueden recuperarse durante décadas si se protegen en reservas. Este estudio es tan apasionante porque esta recuperación no ha hecho más que comenzar.»
Un descubrimiento clave de la investigación en la reserva marina es que la abundancia de juveniles de vieiras es mucho mayor en el interior de la reserva que fuera de ella. Este hecho guarda relación con una concentración elevada de algas laminariales y rojas coralinas (kelp y maerl) dentro de la reserva, donde además las vieiras eran mayores en tamaño y edad. Al aumentar la población de vieiras en las reservas marinas, se pueden reproducir en gran cantidad y favorecer la expansión hacia los caladeros colindantes.
El Dr. Bryce Beukers-Stewart, otro investigador del proyecto, manifestó: «Es maravilloso que nuestros resultados hayan sacado a relucir una situación tan positiva en todos los sentidos. Las reservas marinas como esta benefician tanto a los pescadores como a los conservacionistas.»
Aunque las vieiras no se consumen con profusión en el Reino Unido, sigue siendo el tercer marisco de mayor valor económico (en 2009, próximo a los 50 millones de libras esterlinas). Aún así, a pesar de este valor, las vieiras han supuesto desde hace tiempo un caballo de batalla de los grupos medioambientales, pues las dragas empleadas para su pesca pueden dañar los hábitats del fondo marino.
La reserva marina de la Isla de Arran, al igual que muchas otras reservas de este tipo en Europa y en el resto del planeta, puede generar enormes beneficios, como ahora demuestra este estudio.
Aunque la reserva marina de la Isla de Arran es pequeña, su éxito posee implicaciones enormes. Tanto el gobierno británico como el escocés han aprobado recientemente leyes del mar que permiten la creación de redes de zonas marinas protegidas en las costas del Reino Unido, muchas de las cuales contarán con protección absoluta idéntica a la que disfruta la situada en las costas de Arran.
El Dr. Beukers-Stewart añadió: «A pesar de cierto escepticismo por parte de la industria pesquera británica con respecto a las reservas marinas, en gran medida debido a que no se habían probado en nuestras aguas, el trabajo en Arran aporta indicios muy positivos y oportunos sobre su potencial.»
El director de COAST Howard Wood también expresó la necesidad de que los gobiernos tengan muy presentes este tipo de resultados: «La asociación entre la Universidad de York y COAST es muy innovadora debido a que genera investigación relevante en un ámbito político vital. Pero sin una voluntad política genuina de cambio en la gestión de nuestros mares la cantidad de artículos científicos publicados será irrelevante. Confiamos en que el gobierno escocés se tome en serio este estudio.»
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de York y COAST muestra que la reserva ya presenta una evolución halagüeña tanto para pescadores como para conservacionistas. Sus resultados, publicados en la revista Marine Biology, apuntan a una mayor abundancia, en comparación con aguas adyacentes, de vieiras y distintas especies de algas favorecedoras de biodiversidad en la reserva marina tras la prohibición de la pesca.
Leigh Howarth, autor principal del estudio, declaró: «Los ecosistemas marinos pueden recuperarse durante décadas si se protegen en reservas. Este estudio es tan apasionante porque esta recuperación no ha hecho más que comenzar.»
Un descubrimiento clave de la investigación en la reserva marina es que la abundancia de juveniles de vieiras es mucho mayor en el interior de la reserva que fuera de ella. Este hecho guarda relación con una concentración elevada de algas laminariales y rojas coralinas (kelp y maerl) dentro de la reserva, donde además las vieiras eran mayores en tamaño y edad. Al aumentar la población de vieiras en las reservas marinas, se pueden reproducir en gran cantidad y favorecer la expansión hacia los caladeros colindantes.
El Dr. Bryce Beukers-Stewart, otro investigador del proyecto, manifestó: «Es maravilloso que nuestros resultados hayan sacado a relucir una situación tan positiva en todos los sentidos. Las reservas marinas como esta benefician tanto a los pescadores como a los conservacionistas.»
Aunque las vieiras no se consumen con profusión en el Reino Unido, sigue siendo el tercer marisco de mayor valor económico (en 2009, próximo a los 50 millones de libras esterlinas). Aún así, a pesar de este valor, las vieiras han supuesto desde hace tiempo un caballo de batalla de los grupos medioambientales, pues las dragas empleadas para su pesca pueden dañar los hábitats del fondo marino.
La reserva marina de la Isla de Arran, al igual que muchas otras reservas de este tipo en Europa y en el resto del planeta, puede generar enormes beneficios, como ahora demuestra este estudio.
Aunque la reserva marina de la Isla de Arran es pequeña, su éxito posee implicaciones enormes. Tanto el gobierno británico como el escocés han aprobado recientemente leyes del mar que permiten la creación de redes de zonas marinas protegidas en las costas del Reino Unido, muchas de las cuales contarán con protección absoluta idéntica a la que disfruta la situada en las costas de Arran.
El Dr. Beukers-Stewart añadió: «A pesar de cierto escepticismo por parte de la industria pesquera británica con respecto a las reservas marinas, en gran medida debido a que no se habían probado en nuestras aguas, el trabajo en Arran aporta indicios muy positivos y oportunos sobre su potencial.»
El director de COAST Howard Wood también expresó la necesidad de que los gobiernos tengan muy presentes este tipo de resultados: «La asociación entre la Universidad de York y COAST es muy innovadora debido a que genera investigación relevante en un ámbito político vital. Pero sin una voluntad política genuina de cambio en la gestión de nuestros mares la cantidad de artículos científicos publicados será irrelevante. Confiamos en que el gobierno escocés se tome en serio este estudio.»
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