Los resultados de los análisis demostraron que el estado de los huesos era excelente, con un índice de masa ósea bueno, sin ninguna curvatura anómala y sin haber sufrido ni una sola fractura. En cuanto al análisis genético, los científicos buscaron "sin éxito" mutaciones en un gen, el 'KLOTHO', que generalmente están relacionadas con una buena densidad de minerales y, por tanto, con una buena salud en los huesos, y también en el gen 'LRP5', mutaciones asociadas con la longevidad. Ninguno de los miembros de la familia estudiada tenían mutaciones en estos genes.
Aunque a partir de los resultados obtenidos no se puede descartar del todo la implicación de otras mutaciones genéticas que hubiesen podido favorecer la longevidad, los investigadores destacan que el excelente estado de salud general de esta familia, y especialmente el del hombre de 113 años, fue debido, probablemente, a la dieta mediterránea, al clima moderado de la isla, a la ausencia de estrés y a la actividad física regular. El artículo destaca que esta persona fue todos los días en bicicleta, hasta los 102 años de edad, a cuidar el huerto familiar.
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