.Un estudio que demuestra que los ultrasonidos determinan la maduración de un queso ha obtenido el "Ig Nobel", el premio a los logros científicos insólitos y a las investigaciones más extrañas¿QuiÉn dijo que la ciencia es aburrida? Los premios ‘‘Ig Nobel’’, los denominados anti-Nobel, galardonan a científicos ‘‘chiflados’’ y a los descubrimientos más inverosímiles de la historia. Como la de los tres investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia, Antonio Mulet, José Javier Benedito y José Bon que este año acaban de recibir uno de los ‘‘Ig Nobel’’, por su trabajo sobre la influencia de la velocidad ultrasónica y la temperatura en el queso. El sesudo estudio concluye que los ultrasonidos sirven para determinar el grado de maduración de los quesos, ya que, cuando un queso madura su composición química va cambiando, por lo que absorbe los ultrasonidos de forma diferente. A la distinción le sobra guasa y también rigor porque se premian aquellos trabajos que primero hacen reír y luego pensar. Un ejemplo: el ‘‘Ig Nobel’’ de la paz ha recaído en un aparato diseñado para repeler adolescentes. Creado por el galés Howard Stapleton, emite un sonido completamente inaudible para los adultos pero que puede resultar insoportable para la chiquillería. En un mundo en constante búsqueda de la cura del cáncer y que juega cada día con clonar fetos y completar el mapa del genoma humano, que se descubra ‘‘cuántas fotos deben tomarse para tener la certeza de que ninguna de las personas de un grupo aparecerá con los ojos cerrados’’ (sic), firmado por Nic Svenson y Piers Banes, les hacen acreedores del ‘‘Ig Nobel’’ de Matemáticas. En ornitología, el premio se lo ha llevado Ivan Shwash que ha realizado un sorprendente hallazgo: la razón por la cual los pájaros carpinteros no sufren dolor de cabeza. En nutrición, el galardón estuvo reñido pero el incomparable informe de ‘‘¿Por qué los escarabajos comedores de excrementos son quisquillosos con su comida?’’ de Wasmia al-Houty y Faten al-Mussalam, fue irrefutable. En Medicina, el equipo integrado por expertos de Estados Unidos e Israel se alzó con el galardón al explicar cómo un dedo introducido en el recto es capaz de curar el hipo. Las medallas, que se otorgan cada mes de diciembre en la Universidad de Harvard, EE.UU., fueron creadas en 1991 por Marc Abrahams para destacar algunos de los proyectos de investigación más raros del planeta. En el caos del mundo, los ganadores de los ‘‘Ig Nobel’’ sólo podían ser elegidos por un comité igual de excéntrico al que se le llama la ‘‘Barra de Gobierno’’ y que está formado por diez personas, entre ellos algunos Nobel de verdad. Tras arduas deliberaciones, el año pasado premiaron investigaciones sobre testículos artificiales para perros, langostas que ven ‘‘La guerra de las galaxias‘‘ y un estudio llamado ‘‘Presiones producidas cuando los pingüinos hacen caca’’. |
viernes, 16 de julio de 2010
Los científicos ‘‘anti nobel’’
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