jueves, 9 de septiembre de 2010
Malezas resistentes al glifosato
La aparición de supermalezas resistentes al glifosato está poniendo en alerta a los productores norteamericanos y por supuesto, es un llamado de atención para nuestros agricultores.
Cuando Monsanto impuso el Roundup, por garantizar que sus semillas eran inmunes a este pesticida, se colocó como el número uno del mundo, este reinado parece que está en riesgo.
Lo que algunos preveían se está dando, las malezas a la larga se harán resistentes si se las trata con un solo pesticida. Esto es lo que está sucediendo en el centro agrícola de EEUU, donde se comenzaron a detectar malezas que resisten el Roundup. Esto puso en alerta a las empresas rivales de Monsanto que se imaginan un crecimiento en los próximos años ante la posibilidad de que los productores tengan que volver a utilizar herbicidas “viejos”.
Siguiendo el modelo de Monsanto, las grandes empresas químicas están desarrollando nuevas variedades de cultivos que les permitirán a los agricultores aplicar libremente los viejos herbicidas, en lugar de tener que aplicarlos quirúrgicamente para salvar sus cultivos.
Dow Chemical Co., DuPont Co., Bayer AG, BASF SE y Syngenta AG están gastando cientos de millones de dólares en el desarrollo de semillas de soja, maíz y algodón modificadas genéticamente que puedan sobrevivir a la aplicación de sus herbicidas, de muchas décadas de antigüedad. “Será una oportunidad muy significativa” para las empresas químicas, afirma John Jachetta, un científico de Dow AgroSciences, de Dow Chemical. “Es una nueva era”.
Sin embargo este giro a lo anterior trae consigo viejas polémicas. El problema es que estos productos demostraron ser más volátiles que el Roundup y por lo tanto suelen considerarse un riesgo para el ambiente ya que suelen “volar” a campos vecinos o afectar la vegetación silvestre. En este punto es donde más tienen que trabajar los competidores de Monsanto.
Cuando hace 10 años se comenzaron a imponer las semillas modificadas genéticamente para resistir al glifosato cambió la forma de cultivar. Los productores agrícolas comenzaron a tener mayor disponibilidad de tiempo ante la reducción del trabajo, de esta manera se comenzó a ampliar el área sembrada. Sería importante que la aparición de estas malezas no produzca un retroceso en la actividad.
Por lo menos nueve especies de malezas han desarrollado inmunidad al producto. El éxito de las semillas costosas que son tolerantes al Roundup demuestra que los agricultores están dispuestos a pagar un precio más alto con tal de controlar las malas hierbas con químicos. Por eso, los competidores de Monsanto están trabajando a toda máquina para desarrollar alternativas. “El negocio de los herbicidas era bueno antes de que Roundup eliminara a casi toda la competencia”, afirma Dan Dyer, director de investigación y desarrollo de Syngenta. “Ahora se vuelve a poner interesante.”
Escrito por Damián Morais, Fuente: The Wall Street Journal
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