París será la musa, como de tantos otros antes, de uno de los autores más relevantes del s.XX, vinculado a las vanguardias y gran amigo de Picasso: Brassaï. Nacido húngaro e iniciado como periodista, se convertirá en uno de los fotógrafos más personales y conocidos gracias a su peculiar visión de la noche francesa. Sus composiciones rebasarán la línea de lo convencional para mostrar aquellas fuerzas que, durante el día, "son dominadas por la razón". Ahora, el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) trae al genio a la Argentina de la mano de una impresionante retrospectiva: 126 fotografías que se estructuran en base a los hilos temáticos de la noche y sus secretos, graffitis, Picasso y los surrealistas.
La exposición se inserta en el marco de los XVI encuentros abiertos del Festival de la Luz, y presenta un monográfico de uno de los considerados principales representantes de la imagen del s.XX: Gyula Halász, conocido por el pseudónimo de Brassaï. Muy ligado a los nuevos movimientos artísticos de comienzos de siglo, en Francia su nombre se asociará rápidamente a la figura del cubista Pablo Picasso, de quien fue amigo íntimo y retratista de su producción escultórica. Una relación de amistad duradera que el propio Brassaï recogerá años después en la obra Conversaciones con Picasso (el más conocido de los diecisiete libros que escribirá a lo largo de su vida). El malagueño no será el único vanguardista con el que Brassaï establezca una colaboración, sin embargo, con invitaciones de surrealistas como Bretón y Dalí a partir del éxito de la publicación en 1932 de la obra París de noche.
Y será la capital francesa la gran cómplice de su protagonismo, llegando incluso su amigo Henry Miller a referirse a Brassaï como "el ojo de París". Sus imágenes reflejan la vida social de una ciudad compuesta por escenas insólitas y personajes pertenecientes no sólo a una élite intelectual sino también al lado más sórdido de la noche. Brassaï, que habría descubierto la fotografía durante su época como periodista como el medio expresivo que mejor se adecuaba a sus necesidades, captará un París secreto formado por imágenes de una estética muy personal, en la que conviven los contrastes y se percibe la influencia del surrealismo en un primitivismo extraño e hipnótico, ahora ampliado en la exposición del MNBA a sus trabajos sobre los graffitis.
Dibujante, pintor, autor de diseños de tapicería, periodista o escritor, Brassaï cumplirá con una polivalencia que le llevará incluso a la realización: su film Tant quíl y aura des bêtes, ahora en proyección en la exposición propuesta, incluso llegó a recoger un premio especial en el Festival de Cannes de 1956. El visionado de esta obra se constituye en un atractivo más, así, que se suma a las 126 fotografías en exhibición del artista, organizadas en cinco ejes temáticos fundamentales: París de noche, París secreto, Graffitis, Picasso, y Surrealismo.
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