Profundizan las características de la sociedad utilizando diversas actividades deportivas como instrumento

La sociedad le da sentido al deporte. Es decir, los deportes son reflejo de las características de la sociedad. Son afirmaciones de Asier Oiarbide, profesor de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, en la tesis doctoral que ha presentado en la UPV/EHU. Su trabajo se titula Mendi-zeharkaldi, aerobic eta futbolaren etnomotrizitateak (Etnomotricidad de la travesía de montaña, el aeróbic y el fútbol). La etnomotricidad consiste en entender cada actividad deportiva como parte integrada del contexto cultural en la que se practica; en el caso de esta investigación, de la sociedad vasca. Oiarbide ha aprovechado este nexo entre el deporte y su contexto para, tomando la travesía de montaña, el aeróbic y el fútbol como puntos de partida, intentar conocer la sociedad vasca más exhaustivamente.

 Precisamente, el investigador se ha basado en la técnica de la observación participante para llevar a cabo su tesis. Por un lado, ha realizado una descripción de los eventos que ocurren al practicar dichos tres deportes, y por otro, un análisis de la lógica interna (dónde y cómo jugar, el reglamento…) y externa (la interpretación social de dicho deporte, el simbolismo que contiene…) de estos mismos deportes.
El deporte, para socializarse Oiarbide ha observado que emergen características de la sociedad vasca de estos tres deportes analizados. Por lo tanto, los deportes no se practican sin más, sino que son construcciones culturales. Así las cosas, el autor de la tesis también ha reparado en este asunto desde otro punto de vista: afirma que los deportes sirven para que los ciudadanos se apropien de la mentalidad de la sociedad o, dicho de otra manera, que el deporte es una herramienta importante para facilitar el proceso de socialización. De hecho, el sistema deportivo está integrado en la sociedad. De esta manera, incluso cuando una persona que va a practicar un deporte tiene que contestar a preguntas meramente relacionadas con la lógica interna del juego (dónde, qué, cómo, con quién…), las debe contestar desde dentro de la sociedad. Cada sociedad adjunta unas características concretas al rol del deportista.
Precisamente, Oiarbide ha destacado que dicho rol social puede corresponder al de deportista de rendimiento o al de ocio, dependiendo del deporte. Así las cosas, los futbolistas se apropiarían del rol social de rendimiento, y serían competitivos. Los montañeros de travesía y aquellos que practican aeróbic, en cambio, se apropiarían del rol social de ocio, dirigido al entretenimiento y al bienestar. Tal y como recuerda el autor, sólo ha estudiado tres prácticas deportivas en su tesis, y sería necesario observar más deportes para completar la investigación.