"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


lunes, 19 de septiembre de 2011

Proyecto ELIXIR



Una iniciativa paneuropea y financiada con fondos europeos, cuya finalidad es poner en marcha una infraestructura permanente para la gestión y la protección del acceso a la información biológica en Europa, ha recibido el visto bueno de cinco países europeos y del Instituto Europeo de Bioinformática (EBI), que forma parte del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL, Reino Unido), la institución coordinadora de este proyecto.
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inamarca, Países Bajos, Finlandia, Suecia y Reino Unido han firmado un memorándum de acuerdo mediante el cual dan su aprobación a la puesta en marcha de ELIXIR («Infraestructura europea de las ciencias de la vida para la información biológica»), una nueva infraestructura de investigación para Europa dedicada a la información relacionada con las ciencias de la vida.
En concreto, la finalidad de ELIXIR es asegurar un acceso abierto a la información relativa a los componentes fundamentales de la vida, tales como genes, proteínas y redes complejas. Los creadores de ELIXIR confían en que, de este modo, se fomentará la investigación en ciencias de la vida y su difusión a campos relacionados como la medicina, las ciencias del medio ambiente y las industrias de base biológica. Conforme a la estrategia de la Comisión Europea relativa a la Agenda Digital, una de las políticas emblemáticas de Europa 2020, se espera que ELIXIR promueva el acceso abierto como principio fundamental, partiendo de la creencia de que cuanta más información se encuentre al alcance de la comunidad científica en los ámbitos académico e industrial, más se impulsará el crecimiento económico y mayor será el beneficio para el conjunto de la sociedad.
Al proyecto ELIXIR se concedieron fondos por valor de 4,5 millones de euros mediante el tema «Infraestructuras de investigación» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE.
«Nos entusiasma que cinco países hayan suscrito tan pronto el memorándum de acuerdo de ELIXIR y también que varios otros estén en proceso de hacerlo. Esto pone de relieve el amplio consenso existente en cuanto a la necesidad de establecer una infraestructura sostenible con la que gestionar los datos generados por la investigación en ciencias de la vida en Europa», declaró la profesora Janet Thornton, coordinadora de ELIXIR y directora del EMBL-EBI. «ELIXIR podría influir de forma notable y duradera en los ciudadanos de Europa. El acceso a los datos es trascendental de cara a resolver los problemas acuciantes de nuestra época, incluidos los relacionados con la seguridad alimentaria, la salud y el bienestar de una población cada vez más envejecida.»
Aunque el memorándum no es más que un primer acuerdo formal y no tiene carácter jurídico vinculante, sí que representa un primer paso hacia la puesta en marcha y la construcción de ELIXIR. Los países que han suscrito el memorándum contarán con representación en la junta provisional, el organismo principal en el que se negociará la estructura legal y administrativa definitiva de ELIXIR. Los firmantes confían en que tarde o temprano todos los países europeos sigan sus pasos y refrenden también el memorándum.
«Esta fructífera colaboración entre tan sólo dos de los principales proveedores de Europa en cuanto a información de ciencias de la vida (el Instituto Suizo de Bioinformática o SIB y el EMBL-EBI) demuestra lo que se puede conseguir cuando los expertos ponen en común sus conocimientos y consensúan una visión de futuro», señaló el profesor Ron Appel, director ejecutivo del SIB y miembro del comité de dirección de ELIXIR. «Pero hay que seguir avanzando. Con el apoyo de los organismos de financiación europeos y nacionales, ELIXIR hará posible un grado de colaboración sin precedentes y dará paso a la ciencia del futuro.»
El objetivo de la fase preparatoria del proyecto ELIXIR consistía en elaborar un memorándum de acuerdo (o varios) entre organismos europeos tales como agencias gubernamentales, consejos de investigación, organismos financiadores y organizaciones científicas, con el fin de construir una infraestructura europea de primer nivel mundial y de referencia en todo el mundo para la gestión e integración de la información perteneciente a las ciencias de la vida.
Los investigadores participantes en el proyecto estudiaron la integración y la compatibilidad entre los recursos informativos centrales y especializados y también el desarrollo de estándares en campos novedosos. Así, definieron los vínculos interdisciplinarios primordiales que debían establecerse entre las disciplinas biológicas y demás campos científicos como la medicina, la agricultura y las ciencias del medio ambiente. También tuvieron en cuenta las necesidades de las industrias europeas relacionadas.








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