Dichos científicos adjuntaron dispositivos GPS de pequeño tamaño a ejemplares de murciélago egipcio de la fruta (Rousettus aegyptiacus) para averiguar la forma en la que localizan la posición exacta de árboles al caer la noche. Estos animales vuelan varios kilómetros cada noche para alimentarse de árboles frutales concretos y vuelven a su nido antes del amanecer. Según los investigadores, poseen un mapa cognitivo de un radio de acción que consideran familiar y que está limitado por hitos visuales como cerros y luces. Además, estas criaturas poseen un mecanismo adicional de navegación a gran escala.
Estudios anteriores habían demostrado la capacidad para orientarse de otros animales, como tortugas, langostas y pájaros. Sin embargo, sólo se habían llevado a cabo estudios dedicados a la capacidad de navegación mamífera en entornos de laboratorio incapaces de duplicar la enorme amplitud y complejidad paisajística a la que se enfrenta un animal en su entorno natural.
Los dispositivos GPS en miniatura, diseñados por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), el Instituto Weizmann (Israel), Ornis Italica (Italia) y el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich (ETH), contienen receptores de GPS muy pequeños, registradores de la memoria y pilas. Cada dispositivo pesa unos diez gramos. El equipo utilizó los dispositivos para registrar el trayecto de R. aegyptiacus durante varias noches seguidas.
Los datos se recopilaron mientras que los murciélagos se desplazaban cada noche desde una cueva israelí. Los murciélagos se desplazaban a velocidades superiores a 40 km por hora en línea recta y se elevaban cientos de metros hasta llegar a árboles ubicados a entre 12 km y 25 km de distancia de su cueva. Todos los murciélagos volvían a los mismos árboles cada noche y pasaban de largo árboles idénticos más cercanos a su hogar. Los investigadores aseguran que la capacidad de orientación de los murciélagos supera a la de las palomas mensajeras.
El olor no les sirve para orientarse, pues los murciélagos dejaban atrás árboles idénticos a su objetivo, según los investigadores, que añadieron que el análisis de datos sugirió que estos mamíferos no se guiaban por ningún referente único, ni visual ni de ninguna otra clase.
A varios murciélagos se les desplazó a una zona desértica a 44 km al sur de su espacio habitual. Tras liberar al primer grupo, los murciélagos volaron hacia sus árboles frutales predilectos y volvieron a su cueva sin error. Los murciélagos que recibieron alimento antes de ser liberados se limitaron a regresar a casa inmediatamente.
El equipo admite que, según se deduce de un análisis realizado mediante un modelo espacial y de las conclusiones sacadas tras conversar con pilotos, parece ser que los murciélagos podrían estar utilizando hitos visuales como luces para ayudarles a orientarse. Incluso tras desplazar a los murciélagos aún más lejos de su zona normal, las criaturas consiguieron volver a su cueva, si bien circularon sin rumbo durante un tiempo y experimentaron cierta desorientación. Los investigadores entienden que los murciélagos utilizan la información visual que captan «a vista de pájaro» para formarse un mapa cognitivo de un territorio amplio. En su opinión, los murciélagos probablemente tengan en cuenta su propia ubicación gracias a algún tipo de triangulación basada en los distintos azimuts a hitos distantes y conocidos.
Este estudio aporta nuevos datos sobre cómo mamíferos como los murciélagos de la fruta utilizan dichos mapas para orientarse en territorios de cien kilómetros.
Estudios anteriores habían demostrado la capacidad para orientarse de otros animales, como tortugas, langostas y pájaros. Sin embargo, sólo se habían llevado a cabo estudios dedicados a la capacidad de navegación mamífera en entornos de laboratorio incapaces de duplicar la enorme amplitud y complejidad paisajística a la que se enfrenta un animal en su entorno natural.
Los dispositivos GPS en miniatura, diseñados por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), el Instituto Weizmann (Israel), Ornis Italica (Italia) y el Instituto Federal Suizo de Tecnología de Zúrich (ETH), contienen receptores de GPS muy pequeños, registradores de la memoria y pilas. Cada dispositivo pesa unos diez gramos. El equipo utilizó los dispositivos para registrar el trayecto de R. aegyptiacus durante varias noches seguidas.
Los datos se recopilaron mientras que los murciélagos se desplazaban cada noche desde una cueva israelí. Los murciélagos se desplazaban a velocidades superiores a 40 km por hora en línea recta y se elevaban cientos de metros hasta llegar a árboles ubicados a entre 12 km y 25 km de distancia de su cueva. Todos los murciélagos volvían a los mismos árboles cada noche y pasaban de largo árboles idénticos más cercanos a su hogar. Los investigadores aseguran que la capacidad de orientación de los murciélagos supera a la de las palomas mensajeras.
El olor no les sirve para orientarse, pues los murciélagos dejaban atrás árboles idénticos a su objetivo, según los investigadores, que añadieron que el análisis de datos sugirió que estos mamíferos no se guiaban por ningún referente único, ni visual ni de ninguna otra clase.
A varios murciélagos se les desplazó a una zona desértica a 44 km al sur de su espacio habitual. Tras liberar al primer grupo, los murciélagos volaron hacia sus árboles frutales predilectos y volvieron a su cueva sin error. Los murciélagos que recibieron alimento antes de ser liberados se limitaron a regresar a casa inmediatamente.
El equipo admite que, según se deduce de un análisis realizado mediante un modelo espacial y de las conclusiones sacadas tras conversar con pilotos, parece ser que los murciélagos podrían estar utilizando hitos visuales como luces para ayudarles a orientarse. Incluso tras desplazar a los murciélagos aún más lejos de su zona normal, las criaturas consiguieron volver a su cueva, si bien circularon sin rumbo durante un tiempo y experimentaron cierta desorientación. Los investigadores entienden que los murciélagos utilizan la información visual que captan «a vista de pájaro» para formarse un mapa cognitivo de un territorio amplio. En su opinión, los murciélagos probablemente tengan en cuenta su propia ubicación gracias a algún tipo de triangulación basada en los distintos azimuts a hitos distantes y conocidos.
Este estudio aporta nuevos datos sobre cómo mamíferos como los murciélagos de la fruta utilizan dichos mapas para orientarse en territorios de cien kilómetros.
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