La sonda ha capturado las imágenes más nítidas jamás tomadas desde el espacio de las marcas que dejaron las misiones Apolo 12, 14 y 17 en los lugares en los que se posaron, así como las huellas que dejaron los astronautas al explorar la superficie lunar.
El director de la División de Ciencia Planetaria de la NASA, Jim Green; el principal investigador del LRO Mark Robinson de la Universidad de Arizona, y Richard Vondrak, científico del proyecto LRO en el centro espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, presentaron las imágenes en una conferencia de prensa.
Las fotografías permitirán a los expertos seguir los pasos de los astronautas con mayor claridad para ver dónde se tomaron muestras de la Luna que trajeron a la Tierra y dónde se llevaron a cabo los primeros experimentos científicos, para desmentir las afirmaciones de que los humanos nunca viajaron a la Luna, indicaron los científicos.
Los expertos mostraron los huecos que dejaron las misiones al posarse y los rastros que dejaron los astronautas cuando salieron del módulo lunar a explorar a pie la superficie rocosa. Incluso se puede ver la última ruta realizada por humanos en la Luna.
Más allá de lo impactante de las imágenes, también tendrán una gran utilidad científica, aseguró Green, ya que facilitarán determinar visualmente las similitudes de las rocas traídas a la Tierra con otras áreas no exploradas de las que dé imágenes el LRO.
Afirmó que esto les da una gran oportunidad para continuar con el proceso de cartografiar la Luna con más precisión y determinar nuevos lugares de aterrizaje en misiones futuras.
El LRO, que partió en junio de 2009 con la misión de buscar posibles sitios de descenso para las naves tripuladas y cuya misión fue extendida y ampliada, ha enviado una batería de 1.500 imágenes que los científicos analizan minuciosamente.
La precisión de sus instrumentos ayuda a confeccionar un mapa tridimensional y de alta resolución de la superficie lunar, así como los cráteres más profundos, además de hacer un examen del espectro ultravioleta del satélite.
Uno de los detalles que se muestran es un rastro en forma de L, que marca la ubicación de los cables que iban desde la nave matriz al lugar donde los astronautas del Apolo 12 colocaron el experimento ALSEP para medir el medioambiente lunar y su interior.
Los ingenieros de la NASA modificaron ligeramente la órbita del LRO, que es ligeramente ovalada o elíptica, para lograr la máxima resolución de las imágenes. Así, la sonda descendió de una altura de 50 kilómetros a 21 kilómetros al pasar sobre la superficie lunar.
La nave espacial se ha mantenido en esta órbita durante 28 días, tiempo suficiente para que la Luna rote por completo y ha permitido una cobertura total de la superficie por la cámara gran angular LROC.
La nave espacial volverá a su órbita habitual hoy, días antes de que la NASA lance la misión GRAIL, siglas de Gravity Recovery Interior Laboratory, este jueves, para investigar el campo gravitatorio de la Luna.
El director de la División de Ciencia Planetaria de la NASA, Jim Green; el principal investigador del LRO Mark Robinson de la Universidad de Arizona, y Richard Vondrak, científico del proyecto LRO en el centro espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, presentaron las imágenes en una conferencia de prensa.
Las fotografías permitirán a los expertos seguir los pasos de los astronautas con mayor claridad para ver dónde se tomaron muestras de la Luna que trajeron a la Tierra y dónde se llevaron a cabo los primeros experimentos científicos, para desmentir las afirmaciones de que los humanos nunca viajaron a la Luna, indicaron los científicos.
Los expertos mostraron los huecos que dejaron las misiones al posarse y los rastros que dejaron los astronautas cuando salieron del módulo lunar a explorar a pie la superficie rocosa. Incluso se puede ver la última ruta realizada por humanos en la Luna.
Más allá de lo impactante de las imágenes, también tendrán una gran utilidad científica, aseguró Green, ya que facilitarán determinar visualmente las similitudes de las rocas traídas a la Tierra con otras áreas no exploradas de las que dé imágenes el LRO.
Afirmó que esto les da una gran oportunidad para continuar con el proceso de cartografiar la Luna con más precisión y determinar nuevos lugares de aterrizaje en misiones futuras.
El LRO, que partió en junio de 2009 con la misión de buscar posibles sitios de descenso para las naves tripuladas y cuya misión fue extendida y ampliada, ha enviado una batería de 1.500 imágenes que los científicos analizan minuciosamente.
La precisión de sus instrumentos ayuda a confeccionar un mapa tridimensional y de alta resolución de la superficie lunar, así como los cráteres más profundos, además de hacer un examen del espectro ultravioleta del satélite.
Uno de los detalles que se muestran es un rastro en forma de L, que marca la ubicación de los cables que iban desde la nave matriz al lugar donde los astronautas del Apolo 12 colocaron el experimento ALSEP para medir el medioambiente lunar y su interior.
Los ingenieros de la NASA modificaron ligeramente la órbita del LRO, que es ligeramente ovalada o elíptica, para lograr la máxima resolución de las imágenes. Así, la sonda descendió de una altura de 50 kilómetros a 21 kilómetros al pasar sobre la superficie lunar.
La nave espacial se ha mantenido en esta órbita durante 28 días, tiempo suficiente para que la Luna rote por completo y ha permitido una cobertura total de la superficie por la cámara gran angular LROC.
La nave espacial volverá a su órbita habitual hoy, días antes de que la NASA lance la misión GRAIL, siglas de Gravity Recovery Interior Laboratory, este jueves, para investigar el campo gravitatorio de la Luna.
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