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a Fobos Grunt ha sido la sonda interplanetaria más grande construida por la Unión Soviética, y su misión, que comenzó el día 8 de noviembre a bordo de un cohete Zenit-2SB, era posarse sobre la superficie de Fobos, conseguir una muestra del planeta, y retornar a la Tierra con la valiosa carga.
El plan inicial era que la nave alcanzara la órbita de Fobos en menos de un año, tras lo que iniciaría una búsqueda de varios meses hasta encontrar el lugar más apropiado donde tomar contacto con la superficie. La duración total de la misión se estimaba en 34 meses.
La primera etapa del lanzamiento fue un éxito, y consiguió poner a la sonda en órbita heliocéntrica, tal y como estaba planeado, el problema surgió cuando los propulsores encargados de comenzar su camino a Marte no se encendieron.
Actualmente, los ingenieros tratan de contactar con la sonda para poder volver a tener el control sobre la misma.
Según parece, la sonda no contaba con su propio sistema de control automatizado en la etapa de propulsión, y por ello es el ordenador central de la sonda quien debe encargarse de dicha etapa. El problema de esto radica en que toda la programación relacionada con la trayectoria a seguir, así como el encendido de motores, debe ser programado en tierra, y ser cargado antes del lanzamiento en el ordenador central.
Por el momento la Agencia Espacial Rusa no está arrojando mucha luz sobre estos sucesos, pero una de las teorías que se barajan, es que existiese un problema en el ordenador central de la sonda, y este hubiese entrado en modo seguro.
El mayor problema es que resulta casi imposible contactar con la sonda durante la primera fase, y así poder enviarle nuevas órdenes, dado que la sonda fue programada para recibir nueva información únicamente después de haberse encendido los motores que la llevarían a Fobos.
Vladímir Popovkin, director de la Agencia Espacial Rusa, señaló que en caso de que no se lograse reactivar la sonda, esta se precipitaría sobre la superficie de la Tierra a finales de diciembre o comienzos de enero, y dado que aún contiene miles de kilogramos de dimetilhidracina asimétrica y tetróxido de nitrógeno, combustibles altamente tóxicos, la Fobos-Grunt se convertiría en uno de los objetos más peligrosos que traspasarían nuestra atmósfera sin control.
Por otro lado, Popovkin lanza palabras tranquilizadoras asegurando que todo el combustible explotaría al cruzar la atmósfera, desintegrando la sonda en el proceso
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