N
adie está seguro sobre qué disparó el incidente, pero nadie duda de que la temperatura de la Tierra subió entonces unos 6 grados centígrados en promedio y afectó a todo el planeta durante 150.000 años hasta que el exceso de carbono en la atmósfera y océanos fue reabsorbido en sedimentos. Es lo que se ha llamado el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (MTPE), que se dio hace 56 millones de años.
Durante este evento se liberaron 2500 gigatoneladas de carbono que finalmente formó dióxido de carbono que terminó en la atmósfera y océanos.
En un nuevo informe publicado en Nature Geoscience se sugiere que en ese tiempo había tanta cantidad de hidratos de metano oceánicos como ahora, aunque la superficie del lecho marino ocupada por ellos no era muy grande.
Esto tiene que preocuparnos porque si se continúa el consumo de combustibles fósiles por parte de la humanidad algún día se puede disparar este mecanismo y que se entre en un ciclo de retroalimentación que libere todo el metano y dióxido de carbono de los hidratos oceánicos actuales.
En estudios anteriores se había echado la culpa del MTPE a la actividad volcánica, la quema de turba o al impacto de un meteorito rico en carbono, pero no había pruebas sólidas que apoyarán estas teorías. Según Gerald Dickens hay argumentos que apoyan la nueva teoría.
En los océanos, según mueren los organismos se depositan y descomponen en los sedimentos marinos. Bajo la alta presión y baja temperatura reinante allí, el metano liberado en el proceso de descomposición es atrapado junto a moléculas de agua y forma una sustancia congelada conocida como clarato o hidrato de metano, que es estable en una estrecha banda en el fondo del océano.
Unos océanos más cálidos justo antes del MTPE estabilizarían una zona de sedimentos con hidratos más fina que hoy en día y por eso algunos científicos discuten el papel de este material en el MTPE, debido a que su volumen total era menor que en la actualidad. Pero según esta nueva teoría los sedimentos de esa época eran mucho más rico en hidratos y susceptible de liberar más carbono. Al menos eso es lo que dicen los modelos que han usado.
La clave sería una presencia menor de oxígeno a la hora de oxidar la materia orgánica que se deposita sobre el suelo oceánico, lo que se enriquecería más los sedimentos oceánicos en hidratos. Además, una temperatura mayor haría que los microorganismos que descomponen la materia orgánica y forman metano fueran más efectivos.
Como resultado la zona de estabilidad, aunque menor que ahora, contendría más metano de lo que se creía y se llegaría a una cantidad similar a la que hay en la actualidad.
Aunque no está claro qué disparó el proceso en aquel entonces las implicaciones son claras en la actualidad. Los expertos implicados comparan a estos hidratos oceánicos con el condensador de un circuito que se carga lentamente, pero que puede liberar la carga de golpe. Según los autores es posible que esté pasando ya ahora mismo, por eso es importante el estudio del MTPE, porque la magnitud de carbono liberado por el ser humano es muy alta y constituye un instante desde el punto de vista geológico.
"Estamos bajo el riesgo de reproducir un evento de gran descarga de carbono, pero más rápido, debido a la quema de combustibles fósiles y puede ser severa si la disociación de hidratos se dispara de nuevo", dice Guangsheng Gu, autor principal del artículo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario