Moti Fridman y sus colegas de la Universidad de Cornell informaron de la primera demostración experimental de tal "capa temporal" el 11 de julio en arXiv.org.
Aunque este truco no ocultaría a los ladrones de bancos de las cámaras de seguridad, podría encontrar utilidad en dispositivos electrónicos u ópticos.
Las anteriores capas de invisibilidad ocultaban objetos a la vista curvando la luz. De la misma forma que el agua fluye alrededor de una roca en mitad de un río, las ondas de luz se curvan alrededor de una capa y se vuelven a unir perfectamente en el otro lado, no dejando trazas de su desvío.
Una capa temporal oculta un evento cambiando la velocidad de la luz, no su dirección. Con la velocidad de la luz limitada a 299 792 458 metros por segundo, este truco funciona sólo cuando la luz viaja más lento de lo que lo haría en el vacío - como sucede en los cables de fibra óptica.
El equipo de Cornell, que declinó una entrevista sobre el artículo pendiente de publicación, manipuló la luz en un cable de fibra óptica usando una lente temporal, un dispositivo de silicio desarrollado para acelerar la transferencia de datos. Parte de la luz que pasa a través de esta lente, acelera, y parte se frena. Las ondas se dividen, como hizo Moisés, creando un hueco de oscuridad. Una segunda lente más alejada en el cable vuelve a unir la luz de forma que llegue a su destino intacta, sin registro de huecos - o nada que haya sucedido durante esta breve ventana.
El agujero duró unas 15 billonésimas de segundo, lo suficiente para ocultar pulsos de luz creados dentro de la capa, escriben los investigadores. Un cable más largo podría, en teoría, incrementar este hueco temporal a más de un microsegundo. Más allá de eso, las imperfecciones de la técnica se harían lo bastante grandes para revelar la presencia del hueco.
"Esto es un hueco temporal mucho mayor de lo que pensábamos que sería posible", dice Paul Kinsler, físico del Imperial College de Londres.
Kinsler y sus colegas describieron por primera vez la idea de una capa temporal en un artículo publicado en febrero en la revista Journal of Optics. Su perfectamente indetectable capa temporal requería de metamaterial exóticos, estructuras artificiales usadas en las capas de invisibilidad tradicional.
"Necesitarías metamateriales que cambiasen sus propiedades en el tiempo así como en el espacio", dice el miembro del equipo Martin McCall, también en el Imperial College de Londres. "Actualmente está más allá de la tecnología de metamateriales producir esa situación ideal".
La imperfecta capa de Cornell, que no está hecha con metamateriales, puede ser útil para procesado de señales. Podría, en teoría, interrumpir un flujo de datos, permitir que se procese otro, y luego reconstituir la señal original para un detector que no tuviese constancia de la interrupción.
Los huecos temporales mayores a escala cotidiana, sin embargo, son improbables. Incluso con una capa de metamaterial perfecta teóricamente, un hueco de apenas ocho minutos requeriría un dispositivo del tamaño del Sistema Solar, estima McCall.
Aunque este truco no ocultaría a los ladrones de bancos de las cámaras de seguridad, podría encontrar utilidad en dispositivos electrónicos u ópticos.
Las anteriores capas de invisibilidad ocultaban objetos a la vista curvando la luz. De la misma forma que el agua fluye alrededor de una roca en mitad de un río, las ondas de luz se curvan alrededor de una capa y se vuelven a unir perfectamente en el otro lado, no dejando trazas de su desvío.
Una capa temporal oculta un evento cambiando la velocidad de la luz, no su dirección. Con la velocidad de la luz limitada a 299 792 458 metros por segundo, este truco funciona sólo cuando la luz viaja más lento de lo que lo haría en el vacío - como sucede en los cables de fibra óptica.
El equipo de Cornell, que declinó una entrevista sobre el artículo pendiente de publicación, manipuló la luz en un cable de fibra óptica usando una lente temporal, un dispositivo de silicio desarrollado para acelerar la transferencia de datos. Parte de la luz que pasa a través de esta lente, acelera, y parte se frena. Las ondas se dividen, como hizo Moisés, creando un hueco de oscuridad. Una segunda lente más alejada en el cable vuelve a unir la luz de forma que llegue a su destino intacta, sin registro de huecos - o nada que haya sucedido durante esta breve ventana.
El agujero duró unas 15 billonésimas de segundo, lo suficiente para ocultar pulsos de luz creados dentro de la capa, escriben los investigadores. Un cable más largo podría, en teoría, incrementar este hueco temporal a más de un microsegundo. Más allá de eso, las imperfecciones de la técnica se harían lo bastante grandes para revelar la presencia del hueco.
"Esto es un hueco temporal mucho mayor de lo que pensábamos que sería posible", dice Paul Kinsler, físico del Imperial College de Londres.
Kinsler y sus colegas describieron por primera vez la idea de una capa temporal en un artículo publicado en febrero en la revista Journal of Optics. Su perfectamente indetectable capa temporal requería de metamaterial exóticos, estructuras artificiales usadas en las capas de invisibilidad tradicional.
"Necesitarías metamateriales que cambiasen sus propiedades en el tiempo así como en el espacio", dice el miembro del equipo Martin McCall, también en el Imperial College de Londres. "Actualmente está más allá de la tecnología de metamateriales producir esa situación ideal".
La imperfecta capa de Cornell, que no está hecha con metamateriales, puede ser útil para procesado de señales. Podría, en teoría, interrumpir un flujo de datos, permitir que se procese otro, y luego reconstituir la señal original para un detector que no tuviese constancia de la interrupción.
Los huecos temporales mayores a escala cotidiana, sin embargo, son improbables. Incluso con una capa de metamaterial perfecta teóricamente, un hueco de apenas ocho minutos requeriría un dispositivo del tamaño del Sistema Solar, estima McCall.
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