Este cambio en la capacidad podría sentar las bases para una nueva generación de automóviles eléctricos, teléfonos móviles y ordenadores portátiles.
Financiado por el Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas, el proyecto está siendo llevado a cabo conjuntamente por investigadores de las universidades de Newcastle, St. Andrews y Strathclyde.
En la Universidad de Newcastle se ocupan de desarrollar la nueva interfaz aire-electrodo, la parte de la batería donde se lleva a cabo la reacción.
El nuevo diseño tiene el potencial de mejorar el rendimiento de los equipos electrónicos portátiles y de dar un gran impulso a la industria de la energía renovable.
Estas baterías, por ser más idóneas que las normales para combinarse con paneles solares o aerogeneradores, permitirán un suministro constante de energía eléctrica, al poder actuar con facilidad cuando el Sol se oculte o el viento deje de soplar.
La batería STAIR también debiera resultar más barata que las actuales baterías recargables. El nuevo componente está hecho de carbono poroso, menos costoso que los materiales utilizados en las demás baterías.
Este proyecto de investigación, de cuatro años de duración, se encuentra ya a la mitad, y las perspectivas de éxito son muy prometedoras. "Nuestro objetivo es conseguir un incremento de cinco a diez veces en la capacidad de almacenamiento, lo que está más allá del horizonte de las actuales baterías de litio. Hasta ahora, nuestros resultados son muy prometedores y han sobrepasado en mucho nuestras expectativas", explica el investigador principal del proyecto, el profesor Peter Bruce de la Universidad de St. Andrews.
Financiado por el Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas, el proyecto está siendo llevado a cabo conjuntamente por investigadores de las universidades de Newcastle, St. Andrews y Strathclyde.
En la Universidad de Newcastle se ocupan de desarrollar la nueva interfaz aire-electrodo, la parte de la batería donde se lleva a cabo la reacción.
El nuevo diseño tiene el potencial de mejorar el rendimiento de los equipos electrónicos portátiles y de dar un gran impulso a la industria de la energía renovable.
Estas baterías, por ser más idóneas que las normales para combinarse con paneles solares o aerogeneradores, permitirán un suministro constante de energía eléctrica, al poder actuar con facilidad cuando el Sol se oculte o el viento deje de soplar.
La batería STAIR también debiera resultar más barata que las actuales baterías recargables. El nuevo componente está hecho de carbono poroso, menos costoso que los materiales utilizados en las demás baterías.
Este proyecto de investigación, de cuatro años de duración, se encuentra ya a la mitad, y las perspectivas de éxito son muy prometedoras. "Nuestro objetivo es conseguir un incremento de cinco a diez veces en la capacidad de almacenamiento, lo que está más allá del horizonte de las actuales baterías de litio. Hasta ahora, nuestros resultados son muy prometedores y han sobrepasado en mucho nuestras expectativas", explica el investigador principal del proyecto, el profesor Peter Bruce de la Universidad de St. Andrews.
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