En este momento, los injertos de piel artificial que se produce en el laboratorio sólo tienen milímetro de grosor. Los científicos australianos están desarrollando un tipo de tejido sintético con nervios, vasos sanguíneos, glándulas de sudor y folículos.
De esta manera, la bautizada como la piel artificial en tres dimensiones incluye la dermis y la epidermis, las capas intermedia y exterior de la piel. La piel artificial se encuentra aún en fase de desarrollo y los investigadores australianos estiman que se podrán realizar los primeros injertos dentro de diez años.
Creado con células madre recogidas de la piel sana del propio paciente, el tejido podrá regular y controlar la temperatura, el sudor y el tacto, funciones que las pieles artificiales que se producen en la actualidad no consiguen. La Fundación de Quemados de Sídney es un organismo creado por la la Universidad de Sídney y la Unidad de Quemados del Hospital Concord.
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