Si el invierno dijera: tengo primavera en mi corazón; ¿le creerías al invierno?
Aun las manos que hacen coronas de espinas, son mejores que las manos ociosas.
¿Sintió menos amor la madre de Judas por su hijo que la madre de Jesús?
Autor: Gibran Jalil Gibrán
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