Para crecer en la vida se deben superar los propios límites.
Si quieres superar tus límites vive y trabaja siempre al borde de ellos.
Vivir y trabajar al borde de los propios límites es tratar de ser y dar siempre lo mejor de uno mismo en todo momento y en todo lugar.
Si vives así estarás siempre feliz, satisfecho de ti mismo, no tendrás reproches ni frustraciones, y serás cada día un poco más rico en valores y sabiduría.
Estarás libre de envidia, odio, avaricia, ambición y otras malas pasiones y tu mente tendrá la paz de un lago, la transparencia de un cristal, la luminosidad de un brillante.
Serás tu propio Ser, aquel que realmente fuiste siempre sin saber que lo eras.
Serás.
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