Decídete a ser feliz más allá de todo,
Aunque el tortuoso te agreda o el envidioso
Destile hiel por su viperina lengua,
Sonríe feliz siempre sabiendo que Eres
Y que nadie ni nada podrá detenerte
En tu marcha hacia la cima de la montaña
Donde el relámpago fulgura y el trueno
Prepara el camino del silencio.
Decídete a levantarte incansable
Y obstinadamente después de cada caída
Sin importarte cuánto te queda de camino
Ni cual es el próximo espanto que te acecha.
Enfrenta al miedo, a la vacilación,
A la indolencia y a las flaquezas sin fin
De tu pobre y simiesca naturaleza inferior
Con las potencias de tu interior,
De tu gloria trascendente.
De cada tropiezo extrae una enseñanza,
De cada error una lección y de cada
Muerte una Vida futura permanente.
Haz de ti un espejo de la majestad del cielo,
De la pureza del rocío, del brillo del zafiro
Y del resplandor del sol del mediodía.
Haz de ti la dignidad en acción,
Manifestándose con cada movimiento de tu cuerpo
Y con cada palabra que de tu boca brote.
Que tu mente irradie luz hacia el espacio circundante,
Que tus emociones te muevan hacia la armonía,
Que tu Amor abrace a todo ser,
Que tu voluntad te lleve siempre al triunfo
Aún cuando éste nazca del fracaso.
Que tu inteligencia te ayude a descifrar y a interpretar
El caos que en el acontecer del mundo se manifiesta.
Fortalécete con cada obstáculo que te aparezca,
Aprende de cada lucha con tus enemigos, ya sea
Que venzas o que caigas abatido en la derrota.
Sé como el árbol que crece hasta el último día
De su existencia finita pero maravillosa.
Muestra a quien corresponda que eres la imagen de la Verdad
Porque la amas, la buscas y hacia ella te diriges.
Sé siempre lo mejor que puedas ser
Y da siempre lo mejor de ti mismo.
Entrégate enteramente a la causa de tus sueños
Y entrarás al reino de la felicidad.
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