Celebrando lo femenino
Es cierto que todas las grandes cualidades son femeninas, el amor, la compasión, la condolencia, la amabilidad.
Todas estas cualidades tienen el aroma de lo femenino. Existen cualidades masculinas, cualidades del guerrero, del coraje. Son cualidades rudas, uno tiene que ser como el acero.
Porque las cualidades del hombre se han desarrollado a través de la guerra, y las cualidades femeninas se han desarrollado en el hogar, en el jardín del amor, con el marido y los hijos –ella ha vivido en un mundo totalmente distinto.
En tres mil años ha habido cinco mil guerras en el mundo –como si matar fuera la única profesión del hombre. Las cualidades son cualidades, y todas las cualidades bellas son femeninas –el amor, la confianza, la compasión, la gratitud y la rendición. Todas las cualidades admirables son femeninas.
Sí, ha habido unos cuantos hombres como Gautama Buda, Jesucristo, Krishna -¿pero te has dado cuenta de una cosa? Todos ellos tienen un aspecto femenino. De hecho, esa fue una de las críticas de Friedrich Nietzsche hacia Buda y Jesucristo, por su aspecto femenino por ser afeminados. Ciertamente Buda tiene aspecto femenino. Cuando un hombre se mueve por el corazón, algo en él se vuelve femenino. Se torna más redondo, más suave, más vulnerable.
Si, han existido unos cuantos Budas. Pero si los observas de cerca descubrirás que son más femeninos que masculinos. Todos los grandes artistas del mundo poco a poco empiezan a desarrollar una cualidad de feminidad, de gracia, elegancia, exquisitez. Les rodea un cierto arma de suavidad, de relajación, de calma y de quietud. Dejan de ser febriles. Lo que aquí les estoy enseñando es realmente a volver femenino el mundo entero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario