"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


sábado, 14 de enero de 2012

Nuevos datos sobre la evolución del cráneo humano


En la antropología se daba por sentado que los cambios producidos en la evolución del cráneo humano eran independientes entre sí pero una nueva investigación realizada por un equipo internacional de investigadores indica que la realidad puede ser otra.

T
ras estudiar una colección de 390 cráneos perteneciente al Osario de la Iglesia Católica de Hallstatt (Austria) el equipo, compuesto por científicos de España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos, descubrió que los cambios que hasta ahora se creían eventos independientes podrían guardar relación entre sí. Esto implica un grado muy elevado de integración del cráneo y que la variación de una parte del mismo está conectada con la de otras.
«Descubrimos que la variación genética en el cráneo posee un elevado grado de integración y que si por selección se favoreciera un cambio de forma en una parte del mismo se produciría una cadena de cambios en el resto», aclaró el Dr. Chris Klingenberg de la Universidad de Manchester (Reino Unido) y uno de los autores del estudio.
Los cráneos, famosos por estar decorados al modo tradicional de la zona, forman parte de una colección de 700 objetos esqueletales. La decoración de estas piezas óseas posee motivos de flores, hojas y cruces además del nombre del difunto ilustrado sobre la frente de la mayoría de ellas. Los científicos cruzaron los nombres con registros locales de nacimientos, defunciones y bodas para poder reconstruir las relaciones genealógicas de la población de esta aldea hasta el siglo XVII. Gracias a esta labor se pudo estimar la influencia genética en la forma del cráneo.
En un artículo publicado en la revista Evolution, el equipo explicó que la integración morfológica, determinada genéticamente, dirige la evolución de la forma del cráneo humano.
«En este escenario evolutivo, sería difícil cambiar o modificar un elemento sin alterar el resto», subrayó el profesor Miquel Hernàndez de la Universidad de Barcelona. «Tradicionalmente -continuó- siempre se ha estudiado cómo ha actuado la selección sobre un carácter determinado. Sin embargo, en realidad todo está relacionado entre sí. El concepto clave es la integración morfológica: si cambiamos un elemento en la forma del cráneo, cambia todo el conjunto, y solo se favorecen los cambios que van en la dirección de este patrón morfológico.»
En el trabajo, los expertos aplicaron técnicas de morfometría geométrica y genética cuantitativa para estudiar la forma del cráneo. Analizaron, en concreto, las coordenadas tridimensionales de 29 puntos repartidos por el cráneo, y simularon diferentes escenarios de selección de algunos caracteres clave durante la historia evolutiva de los humanos modernos. Neus Mart¡nez-Abad¡as, también de la Universidad de Barcelona y primera autora del estudio comentó: «Uno de los aspectos más innovadores del trabajo es el empleo de una metodología que permite estudiar el conjunto del cráneo desde una perspectiva global, y cuantificar la importancia de la integración morfológica. Esto evita hacer el análisis de cada carácter por separado como si la evolución actuara de manera atomizada.»
Mireia Esparza, de la misma universidad, explicó que su estudio sugiere una reinterpretación de las distintas posibilidades barajadas que explican la evoulución del humano moderno: «La evolución actúa de manera conjunta y los caracteres no evolucionan nunca por separado. En el cráneo, todos los cambios evolutivos han convergido sobre este patrón morfológico. Por eso, no podemos simplificar y estudiar cómo ha respondido un carácter a un factor selectivo de forma independiente al resto. Este factor selectivo, probablemente, debe haber influido sobre el carácter, pero también está limitado por otros factores que han afectado a las otras partes del cráneo.»

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