NEl trabajo se publica en la revista ature y se presentó por parte de su autor principal, William Welsh (Universidad Estatal de San Diego) en una conferencia de prensa durante la reunión de la Sociedad Astronómica Americana (AAS).
Los dos nuevos planetas, conocidos como Kepler-34b y Kepler-35b, son planetas gaseosos del tamaño de Saturno. Kepler-34b orbita a sus dos estrellas similares al Sol cada 289 días, y las propias estrellas se orbitan entre sí cada 28 días. Kepler-35b orbita alrededor de un par de estrellas más pequeñas (80 y 89 por ciento de la masa del Sol) cada 131 días, y las estrellas se orbitan cada 21 días. Ambos sistemas residen en la constelación de Cygnus, el Cisne, estando situada Kepler-34 a 4900 años luz de la Tierra, y Kepler-35 a una distancia de 5400 años luz.
Los planetas circumbinarios tienen dos soles, no sólo uno, y debido al movimiento orbital de las estrellas, la cantidad de energía que recibe el planeta varía en gran medida. Este cambio en el flujo de energía podría producir una amplia variación climática.
"Sería como pasar por las cuatro estaciones muchas veces cada año, con enormes cambios de temperatura", explica Welsh. "Los efectos de estas oscilaciones climáticas en la dinámica atmosférica, y finalmente en la evolución de la vida en los planetas habitables circumbinarios, es un tema fascinante que apenas estamos empezando a explorar".
El equipo de Kepler anunció el primer planeta circumbinario, Kepler-16b, el pasado septiembre. Al igual que Kepler-16b, estos planetas también transitan (eclipsan) a sus estrellas madre, que es la forma en que Kepler los observa. Cuando sólo se conocía a Kepler-16b, quedaban muchas cuestiones sobre la naturaleza de los planetas circumbinarios; la más importante, ¿era una casualidad estadística? Con el descubrimiento de estos dos nuevos mundos, los astrónomos pueden ahora responder muchas de esas cuestiones conforme empiezan a estudiar una clase completamente nueva de planetas.
"Durante un tiempo se creyó que el entorno alrededor de un par de estrellas sería demasiado caótico para que se formase un planeta circumbinario, pero ahora que hemos confirmado tres de tales planetas, sabemos que es posible, si no probable, que haya al menos millones en la galaxia", dice Welsh.
"Sigue en marcha la búsqueda de más planetas circumbinarios", concuerda Carter, "y esperamos usar Kepler para ello en los próximos años".
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